Una invitación puede realizarse por diversos medios y siempre tendrá un carácter formal, aunque la ocasión lo sea o no. En el caso de una boda, lo más apropiado, es hacerlo a través de una tarjeta de invitación.

Aunque se trate de un acto relativamente sencillo de entrega, lo mismo personalmente o por otras vías, estas tarjetas serán el primer detalle que verán los invitados. Con la tarjeta de invitación a tu boda les estás comunicando a familiares y amigos allegados que deseas que acudan a dicha celebración. Se trata del compromiso tuyo con otra persona y un gesto como éste debe estar lleno de gran amabilidad. Por lo tanto es muy importante que no solo se notifique la información del evento si no, que también transmitir el estilo de la fiesta y los organizadores.

Elaborar una tarjeta de invitación para una boda pudiera significar un arte difícil, no obstante con tener claras las pautas protocolares y la elegancia, no necesitarás de mucho esfuerzo para su confección.

Lo habitual o normal es que sea impresa, en una imprenta profesional o con una impresora personal. Pero las últimas tendencias son las virtuales, que gracias a los  avances de la informática  pueden resultar tan curiosas como las clásicas. Y al mismo tiempo llenas de ventajas, como las contestaciones de asistencia inmediata. Sin duda esto hace más fácil la vida de anfitriones y convidados.

Sin embargo sigue siendo la entrega directa la de mayor aceptación, por su gesto afectuoso hacia nuestros invitados. Además puedes hacerlas a mano. ¡Sí, como lo ves! ya que esta sería una forma muy especial de expresar tu aporte, tu gracia y estilo al proceso del matrimonio. Con paciencia y creatividad, no necesariamente extrema, lo puedes hacer. Recuerda que no eres profesional y esto debe ser un proceso divertido y desestresante con respecto al resto de los quehaceres. Entonces, si estás decidida ¡manos a la obra! Realiza tú misma las tarjetas de invitación para  tu boda.

¿Y cómo hacer una tarjeta de invitación de boda a mano?

Por pasos.

Paso 1: Reúne todos los materiales necesarios antes de empezar. Preferiblemente que combinen con la decoración del lugar de la celebración. Elige un área de trabajo dentro de tu casa amplia, donde trabajes con comodidad y sin distracciones.

Paso 2: Como se requiere de paciencia, necesitas tiempo para hacer tus invitaciones, pues el término para la entrega de las mismas no debe ser menor de 15 días de anticipación al festejo. Asegúrate de reservar ese tiempo, para que todo vaya fluyendo y puedas terminar cuando aún estés con buen ánimo y ritmo.

Paso 3: Selecciona el tamaño de la invitación. La invitación formal sigue un patrón tradicional el cual puede consultarse en cualquier casa de tarjetería que ofrezca asesoramiento al respecto. Una vez que sepas el tamaño, crea una plantilla de cartón duro, con forma rectangular o cuadrada según prefieras. Crea una segunda plantilla más pequeña que la anterior.

Paso 4: Escoge el material con el que harás las invitaciones, una cartulina de color por ejemplo, y utiliza la primera plantilla  para hacer reproducciones con ella. Haz todas las que necesites y un poquito más. Elige otra cartulina de otro color, o si lo prefieres dorada. Repite la operación anterior con la plantilla pequeña.

Paso 5: Con el primer grupo de cartulinas, formarás las tarjetas, doblándola por la mitad. Como si fuera la carátula de un libro.

Paso 6: Pega la pieza más pequeña sobre la tarjeta, en el lado exterior, procurando que no queden burbujas de aire ni arrugas. Deben quedar concéntricas, como si la cartulina de la tarjeta doblándola por la mitad fuera el marco y la pequeña, la foto.

Paso 7: Espera a que se seque bien.

Paso 8: Llegó la hora de decorar. Busca cintas de raso, terciopelo o pudieran ser satinadas, etc. Según tu gusto y haz pequeños moños que pegarás con mucho cuidado en la base de la pieza principal de la tarjeta, a la mitad. Este será el frente. Déjalo secar también.

Paso 9: Coloca el texto de la invitación dentro de cada tarjeta. Un calígrafo profesional puede ayudarte en esta tarea para garantizar la calidad. O si prefieres, puedes preparar un inserto impreso con un estilo de letra bonito y algún fondo alusivo. Esto es más rápido y no tendrás que preocuparte porque las líneas del texto no te salgan rectas o por cometer cualquier otro error.

Como propuesta, sería bueno aromatizarlas levemente para disimular posibles olores no convenientes de los materiales utilizados.

El contenido debes redactarlo en tercera persona y poner los nombres completos de los cónyuges y de sus progenitores. En caso de que alguno de los padres haya fallecido se colocará al lado de su nombre el símbolo, entre paréntesis, de una cruz.

Cuando vayas a escribir en los sobres, no utilices las abreviaturas Sr, Sra. Dr. u otros similares que no son aceptadas dentro de la etiqueta. En su lugar conviene escribir las palabras completas con tinta negra y un bolígrafo especial para caligrafía. Nunca lo hagas, con tinta azul. Denota falta de seriedad y de elegancia.

Indica la fecha, hora y lugar de la iglesia o acto civil. En los extremos, escribe la dirección del lugar de la recepción y la de la casa de la novia para la entrega de los regalos. Se considera inadecuado insinuarle a tus invitados regalar dinero mediante pequeñas tarjetas dentro de la invitación. O peor aún, utilizar símbolos referentes a la moneda local o cualquier otra moneda extranjera.

Pero lo más importante de todo es que la entrega debe hacerla el anfitrión o los anfitriones personalmente a los invitados y en todos los casos es imprescindible contestar aceptando o rechazando el convite.

¡Ahora sí, ya están listas tus invitaciones!

Cuando comiences a elaborar las tarjetas, espero que pases un rato relajado, entretenido y lleno de amor. Ah, si encuentras a alguien que disponga de tiempo dentro de todo el ajetreo en que estás envuelta y desee colaborar, pues convídalo. Así el trabajo en equipo permitirá que las ideas fluyan más rápido y la “producción” también.